Enero 15, 2016.-Los escándalos de corrupción en torno a la estatal petrolera venezolana abren otro capítulo con la acusación de dos venezolanos más en EEUU y ponen de manifiesto asociaciones que ya no están ocultas

Tras la acusación de dos venezolanos más en EEUU por sobornos a funcionarios de Pdvsa, se hacen más evidentes las asociaciones de otros venezolanos involucrados en casos de corrupción en la estatal petrolera. La Fiscalía de EEUU introdujo sendos expedientes en los cuales acusa a otros dos ciudadanos de Venezuela, Charles Beech Weira y a Juan José Hernández Comerma, por conspirar y violar leyes estadounidenses.

La forma como Roberto Rincón y Abraham Shiera lograron hacerse millonarios no hubiera sido posible sin la complicidad tanto de otros socios como del personal al interior de la estatal petrolera venezolana. La sociedad con Moisés Millán y tres funcionarios de Pdvsa, José Luis Ramos Castillo, Christian Javier Maldonado Barillas y Alfonzo Eliezer Gravina Muñoz les permitió tejer una gigantesca red para apropiarse de más de 1000 millones de dólares en contratos por medio de sobornos y corrupción, aunque con la cárcel como resultado.

Sin embargo, estos funcionarios requerían de autorizaciones de sus superiores para que la “operación” pudiera concretarse. Funcionarios del más alto perfil y vinculados con las gerencias claves, como la de Finanzas o Servicios Técnicos tuvieron un peso importante en este y otros casos. Para la fecha en la que se cometieron estos actos de corrupción, alrededor de año 2012, Javier Alvarado fungía como presidente de Bariven, la filial encargada de procura de bienes y servicios a la estatal Pdvsa. Alvarado antes fue el presidente de Corpoelec y viceministro de Electricidad. Se le menciona como el responsable de entregar contratos para la construcción de plantas eléctricas a una empresa sin experiencia, Derwick Associates, cuyos socios son amigos de su único hijo varón.

La estructuración de los paneles de compra para realizar las licitaciones, en estos casos amañadas para favorecer a los “pagadores de sobornos”, no era posible sin la aprobación de la Gerencia de Servicios Técnicos, en manos de Gustavo Oses y designado por el propio Alvarado, tal y como se muestra en este documento al que tuvo acceso El Pitazo.

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El nombre de Oses es familiar en las investigaciones de este medio. Una de las fuentes consultadas con anterioridad afirmó que “ese departamento (Gerencia de Servicios Técnicos) se manejó bajo esquemas muy informales. Había empresas que eran aplazadas en el análisis financiero, tenían poca trayectoria, eran inscritas y a pesar de eso se les asignaban órdenes voluminosas, aun cuando estaban catalogadas como OTV (One Time Vendor, empresas sin una curva de experiencia). El volumen de registro era inmenso; cada vez habían más solicitudes de registro de empresas internacionales”, decía la fuente consultado a propósito del caso que El Pitazo reveló sobre la existencia de una oficina paralela en Bariven que operaba para favorecer este tipo de delitos.

Este esquema se repite una y otra vez, como en tantos otros a los que la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional está investigando. Entre ellos se cuenta una lista de al menos 37 empresas que se presume estafaron a Pdvsa más de 3000 millones de dólares, aunque esta cifra palidece en comparación con la magnitud de la estafa que podría alcanzar niveles inimaginables. En tres de estas compañías aparecen los nombres de los empresarios Pietro Micale y Ernesto Luis Guevara, ambos con operaciones en la zona petrolera del oriente del país. Se les vincula a Incenter Corp., Energy Logistix Inc., y G&B Global Group Inc., las dos últimas conectadas con Charles Beech e investigadas ahora por la Fiscalía de EE.UU.

Beech tiene una empresa registrada en Venezuela llamada Snubbing Venezuela, C.A., que aunque no tiene al día sus datos en el Registro Nacional de Contratistas es socio a partes iguales de Pietro Micale.

Lo propio ocurre con Hydraulic Pressure Control, LLC. La empresa estadounidense fue inscrita en el Registro Nacional de Contratistas, trámite necesario para poder contratar con el Estado venezolano. Allí Beech divide a partes iguales el paquete accionario de la empresa con su socio Ernesto Luis Guevara. Al ser una empresa extranjera que opera en Venezuela, cobraría sus obras en dólares.

Las sociedades ya no tan secretas de la trama de corrupción en Pdvsa (+Documentos)

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