Aglomeración de venezolanos en el puente Simón Bolívar, paso fronterizo entre Venezuela y Colombia / EFE
Aglomeración de venezolanos en el puente Simón Bolívar, paso fronterizo entre Venezuela y Colombia / EFE
Aglomeración de venezolanos en el puente Simón Bolívar, paso fronterizo entre Venezuela y Colombia / EFE

Agosto 18, 2016.-  La decisión de Maduro de abrir los pasos con Colombia indica que el anuncio del acuerdo de paz ya está listo.  La guerrilla podría haber aprovechado la «tregua fronteriza» para dejar una reserva de hombres y armas en Venezuela.  La confirmación de laboratorios de cocaína de lado venezolano muestra que la guerrilla quiere poner a salvo su negocio

La decisión de Venezuela de reabrir su frontera con Colombia indica que las FARC ya han terminado su reorganización logística; por tanto ya no tardará en anunciarse el acuerdo final de paz entre esa guerrilla y el Gobierno colombiano. Dar cobertura a las FARC es lo único que explica de modo consistente que Caracas cerrara unilateralmente la frontera hace un año y que la haya mantenido sellada todos estos meses a pesar de las necesidades médicas y de alimentación de sus ciudadanos.

En este tiempo, las FARC han contado con un amplio margen para prepararse la retaguardia. Así, habrían tenido oportunidad de determinar cuántos de sus guerrilleros deberán desmovilizarse en territorio colombiano, en las 23 zonas de exclusión previstas por el acuerdo de paz, y cuántos quizá puedan seguir movilizados en el lado venezolano de la frontera, a la espera de ver cómo evoluciona la situación. También habrían podido esconder en sus campamentos venezolanos el armamento que no deseen entregar para las inspecciones internacionales.

La sospecha sobre esa reserva de efectivos y equipos se fundamenta en la lógica de la colaboración, más que documentada, mantenida durante años por las guerrillas colombianas –fundamentalmente las FARC y el ELN– y el chavismo. Además, informaciones sobre el traslado de laboratorios para la producción de cocaína a suelo venezolano vendría a confirmar esos preparativos.

Demasiada coincidencia

«Con lo desconfiadas que son las FARC, ¿alguien cree que van a entregar todas sus armas al Gobierno de Colombia?», pregunta José Vicente Carrasquero, profesor de Ciencia Política de la Universidad Simón Bolívar de Venezuela. Sospecha que las FARC «no se están desarticulando del todo», y sugiere que los guerrilleros han necesitado un tiempo de margen para ver cómo dejan repartidas sus armas –y quizás también sus hombres– entre los dos países, antes de que el Ejército colombiano se despliegue en zonas fronterizas a las que ahora no puede acceder.

Carrasquero estima que para dejar todo preparado, las FARC necesitaban «tranquilidad en la frontera». Ese habría sido el objetivo del cierre fronterizo llevado a cabo por Maduro, pues al cesar el alto volumen vehículos de carga y personas que normalmente iba de un país a otro ya no era necesaria tanta presencia policial y militar.

Que el cierre de la frontera haya durado justo el tiempo que ha llevado la etapa final de las negociaciones del proceso de paz colombiano es más que sospechoso. Cuando Maduró procedió hace un año a sellar los pasos fronterizos lo hizo sabiendo que en cuestión de días el presidente Juan Manuel Santos y el líder guerrillero Timoshenko iban a darse un apretón de manos y anunciar que entraban en la recta final negociadora, pues Venezuela es país observador en esas conversaciones. Cuando Santos y Timoshenko se dieron seis meses para cerrar el acuerdo, Maduro también prolongó su medida también durante medio año. Y cada vez que en La Habana ha habido una prórroga, Caracas ha aplazado la apertura de la frontera, sin muchas explicaciones.

Ya el año pasado ABC se refirió a esa coordinación entre las FARC y el chavismo, haciendo especial referencia a la reorganización del negocio del narcotráfico, pues tanto la narcoguerrilla colombiana como el narcoestado venezolano necesitaban tiempo para adecuar sus negocios ilícitos transfronterizos a la nueva situación. En una era de paz, las FARC tienen oficialmente que dejar esa actividad y además no pueden impedir con las armas que el Ejército supervise ciertas áreas. Según Camilo Echandía, profesor de la Universidad Externado de Colombia y experto en el conflicto armado, todo indica que las FARC han estado haciendo tratos con otros grupos, como el ELN y el EPL, para seguir participando de los ingresos por contrabando, narcotráfico y otras actividades ilícitas.

Captura-de-pantalla-2016-08-13-a-las-8.31.24-AM-196x300La noticia mencionaba en concreto el traslado de laboratorios de cocaína a territorio de Venezuela, país en el que hasta ahora no se manufacturaba la droga, solo servía de salida de la mercancía. Una fuente desvelaba que la DEA, la agencia antinarcóticos estadounidense, había detectado algunos de esos laboratorios en el lazo venezolano, en el estado Zulia, mediante el sobrevuelo de naves con sensores térmicos.

Esa información sería después corroborada sobre el terreno por un excelente reportaje del periodista zuliano Dámaso Jiménez, publicado en Vértice, en el que se ofrecían testimonios de indígenas venezolanos de la Sierra de Perijá acerca de esa nueva actividad en sus tierras, que se realiza sin que el Ejército venezolano presente impedimentos. «Tememos que con la firma de la paz en Colombia mucho del territorio venezolano sea ocupado por milicianos de la FARC y el ELN en complicidad con la oficialidad de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana», declaró una de las fuentes citadas en Vértice.

 

 

http://abcblogs.abc.es/claves-latinoamerica/2016/08/15/abierta-la-frontera-porque-las-farc-ya-prepararon-su-retaguardia/#.V7P98eX7Ymo.twitter