Abril 27, 2016.- Si los órganos locales y nacionales defensores de los Derechos Humanos no están respondiendo ante las violaciones y abusos en contra de personas migrantes, entonces se requieren denuncias internacionales ante ‘La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos’, señaló Víctor Rodríguez Rescia, miembro del Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y Presidente del IIRESODH (Instituto Interamericano de Responsabilidad Social y Derechos Humanos).
Durante su visita a Villahermosa para impartir la Conferencia Magistral “Reparación Integral del Daño por Violaciones de los Derechos Humanos”, en el campus de Ciencias Sociales y Humanidades (DACSyH) de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (Ujat), delineó que son directamente los organismos estatales y federales los que debieran atender este conflicto, no obstante -dijo- si no se cumple habrá que documentar casos ante el sistema interamericano.
Explicó que en el caso de Tabasco, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) es la primera que debe dar seguimiento a los casos, siempre y cuando sea de su competencia, pues si los problemas son federales, deberá ser la CNDH, misma que también se debe someter a la ley y sus tratados.
“La CEDH actúa en el marco de su competencia, pero muchos problemas son federales y no tienen competencia para luchar y analizar eso; mientras que los órganos federales también tienen que someterse a la ley y a los tratados, así como a instrumentos que hablen específicamente sobre cuáles son las condiciones y los estándares internacionales de protección”, apuntó.
Con relación a su participación en el evento, explicó que la conferencia abarca un tema de suma importancia en materia de Derechos Humanos, como lo es el de la reparación del daño que causa la violación de estos.
“A veces nos preocupamos mucho por la violación de los Derechos Humanos, que es la causa, pero el tema es que cuando eso pasa hay que repararlo, es el efecto y la causa, pero nosotros queremos hablar de cómo la reparación no solo debe verse como un efecto de la violación, sino un llamado a la prevención, es decir, que la reparación no sea como un castigo al Estado, sino como una lección para que no se repita”, apuntó.
Finalmente, explicó que el objetivo no es indemnizar a la víctima para reparar el daño, pues aunque sí es importante también el Estado debe tomar cartas en el asunto para que la falta no se vuelva a repetir.
