La construcción de la Torre Panorama en Brickel es uno de los proyectos con fondos de este programa. Hector Gabino [email protected]
La construcción de la Torre Panorama en Brickel es uno de los proyectos con fondos de este programa. Hector Gabino hgabino@elnuevoherald.com
La construcción de la Torre Panorama en Brickel es uno de los proyectos con fondos de este programa. Hector Gabino [email protected]

Noviembre 24, 2015.-El programa de visas para inversionistas financia megaproyectos en Miami. El mínimo de $500,000 requerido para lograr una residencia puede subir a $800,000 o $1.2 millones. Mas de 10,000 inversionistas de varios países incluso China y Venezuela participan.

Un programa de inmigración que permite a extranjeros obtener una tarjeta verde de residencia después de invertir por lo menos $500,000 en un proyecto que genere 10 empleos ha tenido tanto éxito que el año pasado por primera vez superó el límite de 10,000 visas por año.

El programa, conocido como EB-5, ha permitido a los promotores comerciales y residenciales en las principales ciudades del país como Miami, Nueva York, Los Ángeles y Washington D.C. poner en marcha grandes proyectos que de otra manera no podrían haber obtenido financiación tradicional de parte de los inversores estadounidenses.

En Miami, el programa ha ayudado a financiar megaproyectos tales como la Torre Panorama de 83 pisos residenciales y comerciales que actualmente se construye en el distrito financiero de Brickell.

Aunque el programa está en auge, una nube negra ha aparecido en el horizonte.

Si consigue convertirse en ley, un proyecto actualmente en manos del Congreso podría dar al traste con el EB-5, de acuerdo con abogados de inmigración cuyos clientes incluyen inversores que han obtenido residencia a través del programa.

Bajo los requerimientos del proyecto de ley, los inversores aprobados desde junio tendrían que aumentar su inversión entre $300,000 y $700,000 – dependiendo del tipo de proyecto que estén financiando.

La actual inversión de $500,000 es para proyectos en áreas rurales o zonas consideradas de alto nivel de desempleo. Si la inversión va a otras áreas, entonces debe ser de $1 millón.

Si el proyecto se convierte en ley, se requeriría que los inversores de $500,000 aumentaran su inversión a un mínimo de $800,000. Y como la mayoría de las áreas de inversión ya no calificarían como zonas de alto desempleo, muchos inversores que invirtieron originalmente $500,000 tendrían que subir su inversión a $1.2 millones.

Abogados de inmigración y promotores de bienes raíces familiarizados con el programa dijeron que el problema no es la inversión más alta, sino que los nuevos requisitos son retroactivos al 15 de junio del 2015.

El proyecto de ley también requeriría que los inversores demuestren que su dinero ha creado un porcentaje de empleos a tiempo completo – no sólo los puestos de trabajo en general como se especifica actualmente.

Los nuevos requisitos propuestos, entre otras disposiciones, plantean el mayor desafío para el programa, ya que podría dar lugar a la suspensión de los beneficios de residencia ya aprobados para miles de inversionistas extranjeros desde el 15 de Junio – a menos que aumenten el monto de sus inversiones.

“Si se aprueba en su forma actual, esto podría terminar con el programa EB-5”, dijo Tammy Fox-Isicoff, una abogada de inmigración en Miami cuyos clientes incluyen extranjeros que han invertido en diversos proyectos locales.

El programa comenzó en 1990, pero se mantuvo en gran medida inactivo hasta que la crisis económica del 2007-2008 en Estados Unidos le dio nueva vida.

Desde entonces, el EB-5 se ha convertido en uno de los programas de visas más populares en la historia migratoria de Estados Unidos.

En el 2006, por ejemplo, las autoridades de inmigración emitieron 502 visas bajo el programa EB-5. Pero el número de estas aumentó gradualmente a partir del 2007 cuando resultó ser 795; luego subió a 1,443 en el 2008; 4,218 en el 2009 y 8,564 en el 2013. Se disparó a 10,692 el año pasado – excediendo el límite anual de 10,000 visas.

Las inversiones se agrupan en los llamados Centros Regionales EB-5. El dinero de varios inversores permite a los promotores de bienes raíces financiar megaproyectos comerciales y residenciales. Uno de los más grandes del país es el proyecto Hudson Yards en el lado oeste de la ciudad de Nueva York, que tendrá seis torres con 5,000 apartamentos y tiendas comerciales.

“Desde el 2012, hemos estado reuniendo dinero de EB-5 para nuestros proyectos”, dijo Rodrigo Azpurua de Riviera Point Holdings. “Empezamos con un primer proyecto en Broward, un parque de oficinas, luego hicimos otro en Doral, otro parque de oficinas, y luego hicimos un tercero en Broward, también un parque de oficinas”.

Azpúrua dijo también que el EB-5 ha sido un programa positivo tanto para su negocio como para sus inversionistas que han recibido tarjetas verdes de residencia. Dijo que la mayoría de sus inversionistas vienen de Asia y Sudamérica.

Las cifras más recientes de la agencia de inmigración muestran que la mayoría de los inversionistas EB-5 son de China y Corea del Sur. La mayor parte de los que provienen de América Latina son de Venezuela, según las cifras.

Una de las razones por las que el EB-5 es atractivo para los promotres de bienes raíces, más que las fuentes tradicionales de financiación, es porque los inversores reciben relativamente pocas gananacias por su inversión: alrededor de 1 a 3 por ciento – en lugar del 7 al 10 por ciento en un plan de inversión tradicional.

Para inversionistas EB-5, la atracción no es el lucro, sino la residencia estadounidense. Después de cinco años, los que son residentes permanentes pueden solicitar la ciudadanía.

Pero si el proyecto se convierte en ley, muchos de los inversores que ya han recibido tarjetas de residencia podrían perderla si no pueden aumentar los montos de inversión.

“Miles de inversores que invirtieron y presentaron peticiones de EB-5 en los últimos seis meses podrían ya no calificar”, dijo H. Ronald Klasko, experto en el programa y que escribe un blog sobre el tema.

El análisis del blog sobre el proyecto de ley está disponible en la página http://www.klaskolaw.com/eb-5-investor-visas/the-draft-eb-5-bill-the-good-news-and-el-mal-news.

Aunque el blog da al proyecto una baja probabilidad de convertirse en ley, no obstante está patrocinado por dos legisladores influyentes: los senadores Patrick Leahy, demócrata de Vermont, y Charles Grassley, republicano de Iowa.

“El programa EB-5 fue creado para beneficiar a las comunidades a través de la inversión y la creación de empleo”, dijo Grassley recientemente en un comunicado sobre su proyecto de ley. “En muchos casos, el programa ha ayudado a mejorar una economía estancada. Al mismo tiempo, sin embargo, hemos visto demasiadas ocasiones en las que la seguridad nacional se ha puesto en riesgo y la creación de empleo ha pasado a segundo plano”.

Grassley no citó un ejemplo. Pero en el 2013, Grassley envió una carta a la Policía de Inmigración y Aduanas (ICE) expresando preocupaciones acerca de cómo el EB-5 podría ser utilizado por agentes iraníes para infiltrarse a Estados Unidos.

Grassley basó su preocupación en un memorando interno que había leído de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), una unidad de ICE.

Grassley escribió en su carta a ICE que el memorando de HSI advertía que EB-5 “puede ser objeto de abuso por agentes iraníes para infiltrarse en Estados Unidos”.

Los abogados de inmigración, como Fox-Isicoff, están de acuerdo con que el programa podría fortalecerse con medidas de integridad. Pero señaló que el cambio de las normas con carácter retroactivo para los que invirtieron inicialmente de buena fe, podría destruir el programa.