frontera AustriaOctubre 06, 2015.-Lo que era el día a día rutinario de la guardia costera del mediterráneo europeo, se ha convertido en una odisea entre defender sus fronteras y actuar en consecuencia del valor que tienen los DDHH de cientos de refugiados que llegan a las costas.

Desde el inicio

La primavera árabe, movimiento espontaneo donde los ciudadanos salían a las calles para instaurar gobierno democráticos, o al menos intentarlos, se inició en países como Sudan, Etiopia y Egipto trasladándose hasta Siria, donde el presidente Bashar Al-Assad gobernaba de manera tiránica al igual que su antecesor, su padre. Como si el gobierno fuese una herencia familiar y el país junto a sus riquezas su feudo personal. Miles de sirios inspirados en la primavera arabe salieron a las calles a instaurar un gobierno democrático, sin embargo al ver que no podían solos tuvieron que pedir ayuda a países del “primer mundo” no amigos de Al-Assad, pero al ver que la ayuda tardaba de parte de potencias extranjeras, el caos se apodero de la región pues la ayuda en efecto llegó, pero de parte de grupos terroristas entre los cuales se encuentra el Estado Islámico (ISIS) el cual busca derrocar a Al-Assad, pero su gobierno en comparación sería un régimen nazi al estilo del islam más radical, nunca antes visto. Por tal razón, las potencias quienes saben que deben ayudar a instaurar un gobierno democrático en Siria, han frenado sus intenciones de derrocar a Al-Assad, porque le estarían abriendo paso al Estado Islámico (ISIS) y por ende el miedo de un 11-S repetido diariamente sería una realidad en el mundo libre.

Entre el juego político de las altas esferas del mundo, se encuentra el ciudadano común, el que sabe que Al-Assad es un dictador pero que le teme al terrorismo musulmán de grupos como el Estado Islámico. Ellos han decidido dejar todos sus afectos en la tierra que escuchó sus primeros llantos cuando nacieron, con el fin de evitar que sus familiares lloren por atentados terroristas de una paz ficticia que impone el Estado Islámico, a costa del sometimiento obediente de una dictadura teocrática. El pueblo ha decidido emigrar de forma masiva a tierras libres, específicamente a Alemania, donde el gobierno es democrático y se garantice la seguridad y la paz. Esto ha generado una enorme ola de siros cruzando fronteras de forma vertiginosa, la mayoría de forma legal, pero todos con el mismo fin, la búsqueda de la libertad.

Uno de los más espasmódicos episodios, en el que cientos de refugiados se encontraban en un tren sin que este arrancase rumbo a Alemania, país al cual los emigrantes quieren ir, y por eso piden a los demás países que los dejen pasar, mientras que este evento ocurría, la abogado Aileen Josephs se encontraba en Europa y pudo presenciar en primera línea muchos de estos acontecimientos que hasta el día de hoy siguen pasando.

La abogado Aileen Josephs a su llegada a Austria
La abogado Aileen Josephs a su llegada a Austria

Aileen Josephs no es cualquier abogado; nacida en México de madre venezolana y de padre americano primera generación (abuelos de Lodz-Polonia) radica actualmente en Estado Unidos donde ha desarrollado su trabajo, enfocada en asuntos de inmigración, hasta alcanzar grados como el ser Consul Honoraria de Guatemala en Palm Beach Country, de modo que aún durante su estancia en Europa, Josephs es perseguida por su pasión, la inmigración.

Ajuicio de Josephs el alma de una nación es definida por cómo trata a los extranjeros, por eso sus opiniones van dirigidas a la ayuda que la comunidad internacional debe darle a los refugiados que llegan a Europa. Todo inició por un twitter de la canciller Alemana Ángela Merkel “parece que Merkel dijo por un tweet, que Alemania iba a aceptar a refugiados aunque pasen por otros países europeos” así la información corrió de que Alemania iba a aceptarlos y por eso la ola de refugiados durante el verano tratando de llegar al país germano. Josephs afirma que los refugiados tuvieron que irse de Siria “de un día al otro” al ver “las banderas negras de ISIS” y de cómo “han tomado mucho territorio en Siria”.

Entre las opiniones de la abogado, resalta la importancia de que muchos de los refugiados son educados y hasta tienen títulos universitarios, lo cual haría que su desarrollo en el país de acogida fuese para bien, porque la obligación de estos refugiados es integrarse, sabiendo que en todos esos países se aceptan todas las religiones y si quieren vivir allí tendrá que aprender a coexistir con otros que serán de otras religiones. Por tal razón los refugiados tiene que entender que en “los países abiertos que los están aceptando, todas la minorías tienen derecho y tendrán que aprender a vivir en países que son católicos o cristianos y adonde también hay ciudadanos judíos y de otras religiones”. Eso a raíz, de comentarios sobre que la ola de refugiados es una especia de “invasión” árabe a Europa.

Sobre la comunidad internacional, Aileen Josephs responde a la nula ayuda de países Árabes a los siros “La liga Árabe que todavía no ha llamado a una reunión de emergencia en las naciones unidas para tratar el tema de los refugiados sirios. Esto para mí es muy grave” sentencia. “Los países Árabes solo han propuesto construir mezquitas” (templos de Islam).

Resolución del conflicto y retorno de los refugiados

Josephs argumenta que el caso de Siria podría compararse con el de Venezuela “Similar a Venezuela, cuantos venezolanos les gustaría regresar… Pero no pueden. Es lo mismo con los refugiados sirios y peor porque lo que tienen en Siria es ISIS o el gobierno de Assad que también fuerza a los jóvenes a unirse con su ejército para combatir a ISIS”. Por otro lado, las potencias mundiales y las naciones unidas deben intervenir en Siria solo bajo la exclusiva finalidad de estabilizar la crisis política porque “eso es lo que ha creado la crisis de refugiados y cuando la crisis deje de existir en Siria, muchos de los refugiados podrán regresar” Asegura Josephs.

Alberto Pérez Reverón

Periodista venezolano promoción 2013 y activista de los DDHH

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