Una fotografía del asesinado periodista Rubén Espinosa fue colocada, entre flores y velas, frente al ataúd, en el funeral el 3 de agosto en Ciudad de México. Marco Ugarte AP
Una fotografía del asesinado periodista Rubén Espinosa fue colocada, entre flores y velas, frente al ataúd, en el funeral el 3 de agosto en Ciudad de México. Marco Ugarte AP
Una fotografía del asesinado periodista Rubén Espinosa fue colocada, entre flores y velas, frente al ataúd, en el funeral el 3 de agosto en Ciudad de México. Marco Ugarte AP

Agosto 25, 2015.-El homicidio ha estremecido a la comunidad internacional y ha puesto, de nuevo, en el candelero al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto. En Xalapa, era seguido por hombres armados que le tomaban fotos

Cuando el fotorreportero Rubén Espinosa decidió huir de Veracruz, temiendo que estaba por sumarse a las macabras estadísticas de los periodistas asesinados en ese estado, pensó que encontraría refugio en la capital mexicana.

Pero los largos tentáculos de la muerte lo atraparon pocas semanas después en esa ciudad, donde fue torturado y asesinado junto a cuatro mujeres.

El homicidio ha estremecido a la comunidad internacional y ha puesto, de nuevo, en el candelero al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, que aún afronta críticas por la desaparición de 43 estudiantes en el estado de Guerrero.

Cosmos, el perro de Espinosa, junto a la tumba del periodista durante los servicios funerarios. Marco Ugarte AP
Cosmos, el perro de Espinosa, junto a la tumba del periodista durante los servicios funerarios. Marco Ugarte AP

Espinosa, quien trabajó en las revistas Proceso yCuartoscuro y la agencia de noticias AVC, apenas tenía casi dos meses viviendo en Ciudad de México, luego de decidir que no quería ser el periodista número 13 asesinado en Veracruz.

El asesinato se perpetró el pasado 31 de julio en un apartamento de la colonia Navarte, una céntrica zona de la capital mexicana. Junto a Espinosa mataron a la activista Nadia Vera, que también había abandonado Veracruz por amenazas; y a tres mujeres más. Dos de ellas tenían rastros de violencia sexual.

Las autoridades mexicanas no han descartado ningún móvil.

El fotorreportero, quien en su prisa por salir de Xalapa, capital de Veracruz, dejó hasta a su perro Cosmos, había revelado a amigos que unos hombres armados lo seguían. Estos se apostaban en la entrada de su casa, le tomaban fotos y lo hostigaban.

Espinosa, de 31 años, fue asesinado en un país que ocupó la séptima posición en el Indice Global de Impunidad del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) en el 2014.

El Indice está integrado por países cuyos gobiernos tienen un pésimo desempeño en cuanto a juzgar a los asesinos de periodistas.

“México es el país más letal en América Latina para los periodistas”, dijo a el Nuevo Herald Carlos Lauría, coordinador senior del programa de las Américas del CPJ.

Enfatizó que “hay una situación muy grave en México, tal vez la más grave en el hemisferio, es uno de los países más riesgosos del mundo para ejercer el periodismo. En los últimos siete años más de 50 periodistas han sido asesinados o desaparecidos y es una cifra por demás elocuente”.

Periodismo bajo asedio

Espinosa vivió en carne propia el riesgo de ejercer su profesión en Veracruz, el estado mexicano más mortífero para los periodistas. En una entrevista con el portalSinembargo.mx, cuando se exilió en Ciudad de México, detalló cómo sufrió persecución y acoso por personas vinculadas al gobierno estatal.

Relató que durante una cobertura sobre una golpiza a unos estudiantes “me toma del cuello una persona de la Ayudantía del Gobierno del Estado y me dice: ‘deja de tomar fotos si no quieres terminar como Regina’. Eso me lo dijo una persona del gobierno. Son policías vestidos de civil”.

Regina Martínez Pérez, la corresponsal de la revista Proceso en Veracruz, fue asesinada en el 2012. La periodista, quien se dedicaba a investigar a los carteles de la droga y sus nexos con funcionarios, fue golpeada y estrangulada, de acuerdo con informes de la prensa mexicana.

ES TRISTE PENSAR EN VERACRUZ, NO HAY PALABRAS PARA DECIR LO MAL QUE ESTÁ ESE ESTADO, ESE GOBIERNO, LA PRENSA, Y LO BIEN QUE ESTÁ LA CORRUPCIÓN. LA MUERTE DECIDIÓ VIVIR AHÍ

Rubén Espinosa

Espinosa dijo al portal: “Es triste pensar en Veracruz, no hay palabras para decir lo mal que está ese estado, ese gobierno, la prensa, y lo bien que está la corrupción. La muerte escogió a Veracruz, la muerte decidió vivir ahí”.

La impunidad en Veracruz

El fotorreportero también se ganó la animadversión del gobernador de Veracruz, Javier Duarte, tras tomarle una foto que fue portada de Proceso con el título Veracruz, estado sin ley.

Duarte se deslindó del asesinato de Espinosa al declarar en el caso, y afirmó que en su estado trabajan para que “no haya impunidad y quien agreda a un periodista será castigado”.

MIENTRAS ESE ESTADO DE IMPUNIDAD EXISTA, POR MÁS QUE EL GOBERNADOR HABLE QUE SE VA A LUCHAR CONTRA ESO, MIENTRAS LOS HECHOS NO SEAN CONCRETOS, NO HAY NINGÚN TIPO DE DISUASIVO CONTRA LOS VIOLENTOS

Ricardo Trotti

Pero el director ejecutivo de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Ricardo Trotti, dijo a el Nuevo Herald que “no ha demostrado en casi ningún caso que ha habido una investigación profunda, rápida y que se hayan deslindado responsabilidades y se haya enviado a la cárcel a autores intelectuales y materiales”.

“Y mientras ese estado de impunidad exista, por más que el gobernador hable que se va a luchar contra eso, mientras los hechos no sean concretos, no hay ningún tipo de disuasivo contra los violentos”, expresó.

Lauría, por su parte, asegura que Duarte tiene un “récord de impunidad terrible en los casos de los periodistas. No ha resuelto ninguno y las personas que han sido procesadas por la Justicia son chivos expiatorios. Tiene un récord de impunidad total”.

DESDE QUE DUARTE LLEGÓ AL PODER EN EL 2010, 14PERIODISTAS HAN MUERTO DE MANERA ATROZ Y TRES HAN DESAPARECIDO, EN VERACRUZ.

Según una misiva de 500 intelectuales enviada a Peña Nieto repudiando el asesinato de Espinosa, desde que Duarte llegó al poder en el 2010, las amenazas, los maltratos y asesinatos de periodistas “han alcanzado cifras sin precedentes en Veracruz: 14 han muerto de manera atroz y tres han desaparecido”.

Y recordaron que diversas organizaciones han hecho campañas para “acabar con lo que se ha llamado la censura a tiros”.

El Nuevo Herald solicitó entrevistar a Duarte, su oficina de Comunicaciones ofreció enviar un comunicado y el diario nunca no lo recibió.