Yamir Tovar y Luis Fabián habían trabajado juntos en Bahías | Foto: Cortesía

 

 

 

Yamir Tovar y Luis Fabián habían trabajado juntos en Bahías | Foto: Cortesía
Yamir Tovar y Luis Fabián habían trabajado juntos en Bahías | Foto: Cortesía

Marzo 04, 2015.-Los jóvenes del Movimiento Resistencia, asesinados el 20 de febrero en Catia, tenían aspiraciones de estudiar. Este 3 de marzo Tovar se iba a inscribir en la Cruz Roja y su amigo Fabián, de nacionalidad dominicana, realizaba trámites para cursar Administración en la Universidad Santa María.

Una hoja blanca con los recaudos escritos en bolígrafo rojo por el propio Yamir Tovar, de 22 años de edad, le quedó a su familia como evidencia de las diligencias que el joven realizaba para inscribirse este 3 de marzo en un curso de la Cruz Roja. 

En el papel se especifica que debía entregar copias de la cédula, título de bachiller y fotos carnet. Todos esos recaudos los cargaba en su bolso el 20 de febrero, el día que fue asesinado junto con su amigo Luis Aranyi Fabián, de 21 años de edad.

Los familiares de los jóvenes no tienen claro cómo se involucraron en el Movimiento Resistencia. Un miembro de la agrupación, que también vive en la parroquia 23 de Enero, relató que ambos se iniciaron en las protestas luego de que fue detenido Leopoldo López el 18 de febrero de 2014.

“Fue una indignación que muchos sentimos después de que se llevaron a Leopoldo. Se crearon varios grupos y así surgimos. Cuando vi a Yamir y a Luis me alegré porque todos estábamos buscando un mejor país, aunque viviéramos en una zona que se piensa que solo es de izquierda. Nos duelen sus muertes, pero seguiremos adelante. Es un dolor y una pérdida, pero esto nos va a fortalecer porque para nosotros ellos son héroes”, expresó el joven.

El 19 de febrero, un día antes de ser asesinado, Yamir Tovar escribió su último tuit en su cuenta de Twitter @YamirTovar “Me aferré de la verdad y adopté la realidad porque vivir no es por vivir, sino vivir para superar. La Recompensa”. Al día siguiente fue al curso de operador en la Cantv y a la concentración en Chacaíto contra la detención de Antonio Ledezma. 

El perfil de Twitter estuvo abierto hasta el sábado, pero el domingo fue cerrado. Lo mismo ocurrió con su cuenta de Instagram. En esa red se viralizó una foto en la que aparece con la mirada irritada por las lacrimógenas durante una protesta en Santa Fe.

Tovar era el cuarto de seis hermanos. Cuando tenía 2 años de edad su madre murió de cáncer y 10 años después, su padre murió de un ACV, por lo que fue criado por sus abuelos y tíos. En la casa de la familia Tovar hay varias composiciones fotográficas que el joven armaba con recortes de fotos suyas y de sus padres, dijo una de sus tías.

Le gustaba escuchar salsa, música electrónica y Ricardo Arjona. Sus familiares lo recuerdan como “un muchacho enamorado”.

Su mejor amigo, Luis Fabián, era de nacionalidad dominicana. A los 15 años de edad llegó al país junto con su familiares. Ambos se conocieron hace 8 años cuando el gobierno les asignó una vivienda a los parientes de Fabián en el 23 de Enero, luego de que quedaron damnificados en una vaguada en Casalta II.

Fabián realizaba trámites para estudiar Administración en la Universidad Santa María y colaboraba en la bodega de su madre. Le gustaban los deportes. Practicaba paralelas y su afición por el boxeo la canalizó con un colchón que utilizaba como una pera en su habitación. En su tiempo libre escuchaba rock y jugaba Playstation. 

Ambos jóvenes buscaban empleo. Llegaron a trabajar juntos en las tiendas Bahia’s y en una distribuidora de perfumes.

http://www.el-nacional.com/sucesos/Yamir-Tovar-Luis-Fabian_0_584941696.html

Los certificados de defunción de Yamir Tovar y de Luis Fabián indican que murieron un día antes de haber desparecido. También señalan que recibieron un impacto de bala en la cabeza aunque sus familiares aseguran que fueron blanco de múltiples disparos y además los torturaron

Recibió tres disparos en la cabeza, uno en la boca y otros dos en la pierna y en el brazo. También presentó marcas en las manos, brazos y golpes en la nariz. Pero en el certificado del acta de defunción de Yamir Tovar, de 22 años de edad, se especifica que la causa de muerte es: “fractura de cráneo por arma de fuego de proyectil único a la cabeza”.

En el documento de su compañero del Movimiento Resistencia Luis Aranyi Fabián, de 21 años de edad, que junto con él fue asesinado el 20 de febrero en la calle Andrés Bello de Los Flores de Catia, se repite idéntica causa de muerte, aunque también recibió múltiples disparos y golpes que le dejaron la quijada hundida.

Otra inconsistencia se suma al documento: la fecha de muerte que aparece es 19 de febrero, un día antes de que desaparecieran, en el caso de Tovar, después de enviar un mensaje informando que iba a su casa, desde la parada de jeeps de Pérez Bonalde, en un día en el que fue a clases y a la concentración en rechazo a la detención de Antonio Ledezma; y en el de Fabián, después de salir de su casa en la mañana del viernes 20 de febrero.

El doble homicidio de Tovar y de Fabián tiene elementos que deberían marcar la ruta en la investigación que sigue la División Nacional de Homicidios del Cicpc, y no el Eje del Noroeste, como ocurre en casos de relevancia: estuvieron desaparecidos, fueron torturados y ajusticiados. Sin embargo, hasta ayer, los familiares de las víctimas no habían sido contactados por el fiscal 38° del Área Metropolitana de Caracas, Alejandro Corser, comisionado para el caso.

La semana pasada solo tuvieron contacto con funcionarios del Cicpc que están a cargo de las pesquisas. Pero aún no han visto el expediente que debe contener la autopsia donde deberían señalarse los signos de tortura que tenían los cuerpos, según constataron los allegados que reconocieron a las víctimas y estuvieron en su preparación para el breve velatorio de dos horas que les hicieron el lunes 23 de febrero, antes del sepelio en el Cementerio del Este, el cual pagó en su totalidad el Ministerio de Interior y Justicia, que también envió una corona de flores.

El criminólogo y abogado penalista Luis Izquiel explicó que los parientes de los jóvenes están en el derecho de solicitar acceso al expediente para conocer los resultados de los protocolos de autopsias. Advirtió que si en los exámenes no se especifica que fueron torturados, los familiares de las víctimas pueden solicitar la exhumación de los cadáveres, de acuerdo con lo establecido en el artículo 203 del Código Orgánico Procesal Penal.

“La exhumación es un acto probatorio que se realiza en la fase de investigación del proceso penal, el cual está destinado a ahondar en la autopsia que se le realizó previamente a un cadáver, a buscar detalles que no quedaron expuestos allí en esa autopsia. Es un acto de investigación que puede ser utilizado cuando, por ejemplo, torturas que se le realizaron a una persona antes de morir no quedaron plasmadas en la autopsia y, para constatar esto, el fiscal del Ministerio Público se dirige ante el juez de control para que se exhume el cuerpo y un médico patólogo ahonde sobre esta experticia en el cadáver”, expuso.

El expediente de este caso, que de entrada tiene errores como la fecha de muerte de las víctimas, se inició en medio del shock de las familias que en la morgue fueron abordadas por el viceministro de Investigación Penal, Saúl Utrera, y otros funcionarios que agilizaron la entrega de los cuerpos. Este procedimiento suele demorar más de un día por la congestión de la medicatura forense los fines de semana,y que en el caso de Fabián, por ser extranjero, podría haberse retrasado aún más. El mismo día que los familiares encontraron los cuerpos en la morgue fueron entrevistados por un equipo de prensa del Ministerio de Interior, que difundió una nota de prensa con conclusiones adelantadas sobre el móvil, que de entrada descartaron que tuviera que ver con su participación en guarimbas, pues ambos formaban parte del Movimiento Resistencia. El equipo del gobierno también evitó que la prensa se acercara a los familiares el domingo que estuvieron en la morgue.

El abogado penalista Jesús Ollarves dijo que el Estado está en la obligación de propiciar una investigación en el doble homicidio para evitar que en el país se registren otros casos de desapariciones forzadas.

El defensor del pueblo Tarek William Saab aseguró que velaba por aclarar las circunstancias del hecho. El 23 de febrero tuiteó sobre el caso  y dijo que había conversado con el director del Cicpc, José Gregorio Sierralta, y aseguró que este se había comprometido a esclarecer el móvil. Además, desmintió que fueran estudiantes universitarios.

Ollarves señala que el Estado debe dar garantías de que un hecho como este no se repetirá. “Estamos en presencia de un encubrimiento y de un enmascaramiento de la investigación. Se ha dicho que hay signos de tortura en los cadáveres de las víctimas, lo cual indica que el Estado debería demostrar su buena fe y hacer una investigación clara, precisa sobre las bases y premisas del protocolo de Estambul para evitar la impunidad y dar garantías de no repetición, es decir que casos de esta naturaleza no sigan ocurriendo”, precisó.

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