La presidenta de AD celebra que, en momentos duros para la prensa, <b>El Nacional</b> se mantenga firme en la defensa de la democracia | Foto Raúl Romero

La presidenta de AD celebra que, en momentos duros para la prensa, El Nacional se mantenga firme en la defensa de la democracia | Foto Raúl Romero

La dirigente, que conoció la prisión a los 17 años de edad en la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, asegura que esta época de detenciones y maltratos a estudiantes solo se compara con la de Juan Vicente Gómez. “La juventud no se rinde por la fuerza”, señala

Ficha personal
Presidente de Acción Democrática

A los 84 años de edad –la mayoría de estos en la lucha política– el discurso de la presidente de Acción Democrática, Isabel Carmona de Serra, se pasea por fechas y momentos: las dictaduras de Juan Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez, la lucha estudiantil de la Generación del 28, la resistencia clandestina de los años cincuenta y el asesinato de Leonardo Ruiz Pineda. Su oficina, tan impecable como el traje verde que lleva, también inmortaliza a Ruiz Pineda con un cuadro de homenaje que el pintor mexicano Diego Rivera hizo tras el  asesinato del dirigente. ¿Por qué mantener vivo el recuerdo? Porque el país, asegura, vuelve a vivir una época tan oscura como la de la dictadura que la envió a prisión a los 17 años de edad.

“Como estudiantes teníamos claro lo siguiente: no luchábamos para quitar los conductores de la resistencia, sino para alcanzar la libertad y la democracia. Cuando llegamos al 23 de Enero teníamos 10 años de resistencia, que hicieron posible que aparecieran las masas respondiéndole a la sociedad. La resistencia en esa época estaba en las cárceles, en el exilio o en el campo de concentración de Guasina, pero los que quedábamos luchamos comprometidos por la derrota del dictador. Eso se logró por la unidad de las fuerzas políticas, porque la Junta Patriótica es resultado de un acuerdo unitario”, afirma.

A los jóvenes que hoy están presos por protestar les dice: “No tengan temor de que se quedarán ahí para siempre. En la calle siguen sus compañeros”.

—¿Es esta la época más dura para los estudiantes venezolanos?
—Solo se compara con la de Juan Vicente Gómez, cuando mandó a tantos estudiantes presos y a los que protestaban los mandaba a apresar también. Es insólito que en el siglo XXI estemos viendo retratada La Rotunda de José Rafael Pocaterra y los campos de concentración de Guasina de Marcos Pérez Jiménez. Yo le he dicho al presidente Nicolás Maduro: los pueblos son capaces de olvidar que no tienen pan, de olvidar el hambre, pero lo que no olvidan nunca es la tortura. La juventud no se rinde por la fuerza, la fuerza se convierte para nosotros en el estímulo fundamental para seguir luchando. Cuando te torturan, te maltratan, no te dejan ni recibir el apoyo de la familia crecen las ganas de luchar; y hablo con propiedad porque conocí la resistencia, la clandestinidad y la cárcel.

—¿Con la represión el gobierno logró afianzarse?
—La historia se va a dedicar a registrar la violación de derechos humanos, los crímenes que se cometen al tener a la juventud secuestrada como si fueran rebaños, metidos en celdas de la muerte. Nosotros no nos rendiremos.

—¿Qué deben hacer los jóvenes? ¿Abandonar las calles?
—No, yo creo que la calle se utiliza en la hora que sea necesaria. No puedes decir que abandonas porque la calle es la resonancia de tu manera de actuar, de tu aspiración; nunca puede abandonarse. La juventud es misionera fundamental de esta hora, por eso les digo a los estudiantes: la misión no es buscar caminos para caer presos. Tenemos que interpretar cada circunstancia. La táctica política no puede seguir envuelta en la emoción solamente, hay que atrapar el signo de la estrategia para lograr la victoria.

—¿Qué les dice a los que están en las cárceles?
—A los que están en las cárceles y han sido torturados les digo: no vacilen, no se aterren, no tengan temor de que se quedarán ahí para siempre. En la calle siguen sus compañeros de generación y los que tenemos la sensibilidad de no perder ni un día sin combatir para recuperar la democracia en el país. La libertad no nace, hay que conquistarla; estamos en esa tarea.

—¿Qué opina de las dos visiones en la oposición? ¿Cuál es la correcta?
—Hay dos líneas: una fuerza radical, que invoca la salida; y una reflexiva, que ha planteado el diálogo. ¿Por qué el diálogo es justo y tiene legitimidad? Porque somos una sola Venezuela, no podemos seguir con la división entre los revolucionarios y los civiles.

—¿No fracasó ese diálogo?
—El diálogo va de la mano de la opinión internacional, fuerzas que desde afuera advierten la tragedia del país y quieren ayudarnos. El hecho de que la Conferencia Episcopal esté de nuestro lado, clamándole al país que siga dialogando, es una victoria. Queremos que los hermanos del otro lado, que están sometidos a la fuerza de la camisa roja, vuelvan a entender que ellos son libres. AD está cruzada con el compromiso unitario, pero no somos unitarios por fachada. Asumimos la unidad con tal nivel de compromiso que muchas veces el partido siente que la Mesa de la Unidad es su conductora.

—¿En qué se deben concentrar los esfuerzos de la oposición?
—Se deben concentrar en ganar las elecciones parlamentarias, porque eso está a la vuelta de la esquina. La democracia son las elecciones; la alternabilidad del poder se resuelve por la vía electoral.

—¿Hay fuerza para ganarlas?
—Estoy convencida de que habrá una victoria, pero tenemos que retomar el esfuerzo de caminar el país, de llevar un mensaje de aliento y de esperanza a los pueblos devastados por la miseria y la indiferencia de este gobierno.

—¿Por qué no apoyó la salida?
—Siempre he creído que la historia no se salta, siempre he creído que la desesperación no puede ser el termómetro para guiar a un político, sino la reflexión. El que se ponga a luchar creyendo que mañana se cae el gobierno, se destruye. ¿Cómo no vamos a entender que el gobierno está en una situación de flaqueza absoluta por sus políticas económicas? Ya la sociedad no las resiste. Están promoviendo la macrodevaluación. Cada día la situación es más dramática, los alimentos no se consiguen y si se consiguen no alcanza el dinero. ¿Cómo puede pensar el gobierno que ese pueblo le va a dar su confianza de nuevo? Eso nos induce a entender que vamos a recuperar por la vía electoral la Asamblea.

—¿Cómo hacer con el CNE?
—Una de las cosas que ofrece el diálogo es el rescate de las instituciones. Si tenemos la fuerza necesaria y se exhibe con unidad, podemos garantizar que después de este proceso electoral tengamos un CNE equilibrado. Todo lo que ocurre es por una Asamblea monolítica que apenas tiene matices, que no ha podido expresarse porque son apabullados por la intolerancia.

—El chavismo trata de reestructurarse con el congreso del PSUV y el sacudón en el gobierno, ¿funcionará?
—Creo que son medidas desesperadas porque están convencidos de la bancarrota a la que han llevado al país, de que ya no creen en ellos con ceguera. El pueblo no es indiferente a que le quiten la luz, el agua y a que no haya comida. El pueblo sabe que en 15 años el manejo de divisas ha sido el más alto de la historia. Eso lleva a la gente del gobierno a reflexionar, a saber que tienen que hacer algo para no terminar de derrumbarse. La macrodevaluación será el fin de Maduro.

—¿Alguien quiere cambiar a Henry Ramos Allup?
—En AD nadie está rivalizando con Henry Ramos, nadie anda tras un quítate tú para ponerme yo. Henry Ramos es para nosotros un conductor alrededor del cual cerramos filas. Él sabe lo que representa ese compromiso de respaldo.

—Algunos piden la renovación de AD.
—No es que AD esté dirigida por viejos, porque Isabel Carmona no está en la presidencia porque tenga 84 años. Isabel Carmona está en la presidencia de AD porque es actual, porque asume las consignas de su tiempo. Este tiempo es nuevo para mí, pero no por eso me encuentra desgastada y vencida. Tengo la experiencia del ayer, que me permite decir: ellos ayer no se rindieron, ¿por qué me voy a rendir hoy? La presencia de Carolina Bruzzi, que fue designada secretaria juvenil del partido, es una inyección de oxígeno extraordinaria. Para mí es importante que la juventud del partido tenga la libertad de expresarse sin seguir lineamientos de la directiva.

 

Institución de la libertad
La presidente de AD, Isabel Carmona de Serra, celebra que, en momentos en que todos se liberan de empresas editoriales o ceden ante la censura por las presiones del gobierno, El Nacional se mantiene firme en la defensa de la democracia.

El Nacional siempre ha sido un aula y una casa, representaba la cultura y la política, era la tribuna de la resistencia. Esa institución de la libertad de expresión siempre fue una tribuna libre del ejercicio de la inteligencia; desde su fundación fue un refugio”, expresa.

Asegura que en varias oportunidades le ha pedido al presidente editor de El Nacional, Miguel Henrique Otero, que no venda el periódico, y este siempre le ha respondido que no está en venta.

“Fuertes son los ataques personalizados para quebrar su fortaleza moral, pero él sabe que así como AD tiene el coraje de no quebrantarse, él también lo tiene. Su padre, Miguel Otero Silva, fue el defensor fundamental de la libertad de expresión, fue líder fundamental de la democracia y conciencia vigilante del país. Tenemos que entender que la defensa de El Nacional se convierte en la defensa de la democracia. Miguel Henrique Otero tiene la responsabilidad histórica de no permitir que la institución pueda ser mancillada por la quiebra de la voluntad. Tiene el compromiso moral de defender la democracia”.

http://www.el-nacional.com/politica/Isabel-Carmona-Serra-pueblos-tortura_0_448755267.html