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Ojalá los jóvenes se mantengan en la calle, porque es ahí donde pueden defender su libertad de pensar, de decir lo que sienten, de luchar por su país. Pero eso sí, que tengan paciencia, mucha paciencia, porque esto no cambiará de un día para otro. Y a las madres, a sus madres, que oren mucho por sus hijos y por su país, porque eso los protegerá”.

junio 19th, 2014 Rafael Hernández M. / @sincepto

Detrás de los cristales de los lentes de Janet Frías, madre del estudiante asesinado Bassil da Costa, se congela una lágrima tímida que no termina nunca de brotar, ni de secarse.

Tiene una repercusión en su voz, esa larga melancolía, cuando asevera que se ha mantenido en pie gracias a Dios y a ese amor gigantesco que tiene por su hijo.

Con una nobleza implícita hilvana un monólogo en el que le expresa a los efectivos policiales que tomen conciencia, que “no se dejen llevar por el odio, por la rabia ni por ningún mandato, porque todos somos seres humanos. Ellos también tienen hijos – sostiene conmovedoramente – tienen hermanos, sobrinos, deberían pensar las cosas antes de actuar porque lastiman a mucha gente, especialmente a las madres, porque arrancarle un hijo a uno es indescriptiblemente doloroso”.

“Me da tristeza – continúa la madre de Bassil – cómo se nos está cayendo Venezuela por dejarnos llevar por tanto odio y por tanta maldad, pero de todas formas todavía quedan muchas personas buenas. Aunque lamentablemente estamos viviendo un tiempo en el que está reinando la maldad”.

¿Cómo es la vida de la madre de un héroe que murió por su libertad?

La señora Frías afirma que sólo Dios sabe porqué hace las cosas, pero no deja de agradecerle y bendecir a todas esas personas que desde ese momento la han apoyado. “A pesar de mi dolor, yo creo que Dios permitió que eso pasara para que el mundo entero abriera los ojos hacia Venezuela“.

Queda un instante en silencio, en el cual parece volverse corpóreo, ante sus ojos, la imagen joven de su hijo. Con la voz templada y bajo una expresión espontánea e impulsiva retoma el hilo de sus palabras dice:

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Ojalá los jóvenes se mantengan en la calle, porque es ahí donde pueden defender su libertad de pensar, de decir lo que sienten, de luchar por su país. Pero eso sí, que tengan paciencia, mucha paciencia, porque esto no cambiará de un día para otro. Y a las madres, a sus madres, que oren mucho por sus hijos y por su país, porque eso los protegerá”.

Concluye, con la mirada sostenida en un punto de su memoria, que todos los días le pide a Bassil, su hijo, que estando allá arriba interceda ante Dios por todos los venezolanos.

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HABLA LA MADRE DE BASSIL DACOSTA: OJALÁ LOS JÓVENES SIGAN DEFENDIENDO SU LIBERTAD