La decisión del gobierno venezolano de retirarse en septiembre de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) violaría la Constitución nacional y los tratados internacionales, aseguró hoy el ex diplomático Edmundo González. –

Corte Interamericana de Derechos Humanos

Caracas.21 de Agosto, 2013- La decisión del gobierno venezolano de retirarse en septiembre de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) violaría la Constitución nacional y los tratados internacionales, aseguró hoy el ex diplomático Edmundo González.

“Esa es una decisión que violenta el espíritu y norma de la Constitución y es un duro golpe a todo el sistema interamericano de protección de los derechos humanos, porque se trata de derechos colectivos”, enfatizó a Notimex el embajador retirado.

González, ex director general de Política Internacional de la cancillería venezolana, afirmó al respecto que ya “numerosas personalidades del mundo se han pronunciado para que Venezuela revise y eventualmente revierta esta decisión”.

El gobierno venezolano ha insistido en las últimas semanas en que llevará adelante su amenaza de retirarse el 6 de septiembre de la CIDH, instancia que considera está subordinada a los intereses de Estados Unidos, principal rival del gobierno del país petrolero.

Sin embargo, la semana pasada el Comité de Naciones Unidas sobre la Eliminación de la Discriminación Racial, solicitó a Venezuela que explique por qué se retira de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y llamó a dar marcha atrás.

La ONU indicó que, en caso de materializarse la salida de Venezuela de la CIDH en septiembre, se ignoraría una de las sugerencias que realizara en 2011 a Venezuela como fue fortalecer la cooperación con organismos internacionales de garantías fundamentales.

González recalcó que los poderes públicos venezolanos han minado el poder de la CIDH al llamar al “desconocimiento de fallos y decisiones”, algo que por lo general se atribuye a la resistencia de los regímenes “autoritarios” a ser evaluados internacionalmente.

“Por lo general, los sistemas de corte autoritario o las dictaduras militares son resistentes a una disposiciones y garantías internacionales en materia de protección de los derechos humanos. Ellos preferirían que no hubiese nada”, subrayó el diplomático.

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