ong Kuyujani y Medewadi

Indígenas del Caura reavivan denuncias contra mineros y militares
Viernes, 15 de Febrero de 2013
Capitanes y líderes de las etnias Ye’kwana y Sanema retoman reclamos sobre la actividad minera en el río Caura y los abusos militares a las comunidades.

Carolina Maffia

Ya son ocho años que tienen las comunidades Ye’kwana y Sanema del Caura esperando respuestas concretas a la incursión de la minería artesanal, aunado a los atropellos y abuso del sector militar, que más que controlar forman parte del “negocio” de la minería ilegal.

Y es que la protesta registrada en días atrás en la comunidad de Urimán, con el pueblo pemón en Gran Sabana, puso al desnudo nuevamente la situación minera en territorio indígena que siguen viviendo esas comunidades asentadas en la zona del Caura en los municipios Sucre y Cedeño.

Ramón Tomedes, director de la Fundación Indígena Medewadi, y Magdaleno Cortez, presidente de la Organización Indígena Kuyuijani, señalaron que la problemática sigue latente en una zona donde se han establecido un sinfín de compromisos y acuerdos gubernamentales, que a todas luces nunca terminan de dar soluciones efectivas. “Nosotros tenemos problemas similares a los que tienen los pemones, con los mineros y los militares”, dijo Tomedes

Acotó que el conflicto en Urimán hace oportuno que hagan las denuncias de lo que está ocurriendo en el territorio del Caura, donde no sólo deben lidiar con la invasión de más de 200 mineros ilegales, sino además tener que enfrentar a componentes militares que tratan de someter contra sus derechos a quienes, desde sus ancestros, han habitado ese territorio. Asegura que existe una amenaza no sólo sobre una zona protegida, sino además de sus costumbres y culturas, al extremo que los indígenas son sometidos a situaciones de esclavitud. “Tanto por los mineros como por los militares, los indígenas son obligados a llevar 60 litros de gasolina sobre sus hombros”, denuncia.

Asamblea con visita gubernamental
En asamblea celebrada el pasado 12 de enero en la comunidad Sayusodiña, las 49 comunidades Ye’kuana y Sanema que habitan esas tierras ancestrales decidieron suscribir una carta que entregaron no sólo a la Ministra del Poder Popular para los Pueblos Indígenas, Aloha Núñez, sino también al Comandante del REDI Guayana, Cliver Alcalá Cordones, durante una visita al Caura.

Ya ha pasado poco más de un mes, y aún no han recibido ningún tipo de respuestas a sus denuncias y planteamientos, según comenta Ramón Tomedes. “Solicitamos el desalojo definitivo de los mineros, y ellos (Núñez y Cordones) hicieron compromiso que a la semana se tendría respuesta”, dice.

Subraya que han seguido de cerca la actuación militar y minera, “esperanzados” de que se cumpla con los compromisos que aceptaron las comunidades indígenas confiando en estas autoridades. “Siguen los mineros incursionando en el Caura, siguen los negocios mineros militares, y ninguna solución para ello”, denuncia. “¿Qué es lo que pasa, por qué no se cumplen los compromisos? ¿Por qué se engaña a las comunidades indígenas?”, se pregunta.

Magdaleno Cortez, de la Organización Kuyujani, dice que “nosotros queremos respuestas, porque hasta ahora no se ha cumplido el llamado que hicimos”. Elevó la voz de auxilio de estas comunidades para atacar la problemática, al tiempo, que expresó solidaridad al acto de valentía del pueblo pemón. “Aparte de la minería ilegal, también tenemos que enfrentar el trato que hacen los militares”, añadió.

En la foto: Los representantes indígenas de la organización Kuyujani y Medewadi. Foto Carolina Maffia

http://www.correodelcaroni.com/index.php?option=com_content&view=article&id=222978:indigenas-del-caura-reavivan-denuncias-contra-mineros-y-militares&catid=69:ciudad-bolvar&Itemid=119

En el documento

Los Sanema y Ye’kwana en el documento, producto de tres días de asambleas, exponen que el río Caura está invadido de mineros, no sólo venezolanos, sino también guayaneses, brasileros y colombianos, así como que la presencia militar se ha convertido en un apoyo para ejercer esta actividad ilegal en territorio indígena.

Asimismo, está “el maltrato a las poblaciones indígenas originarias por parte de militares destacados en los puntos de control en el Jabillal, Playón y Kuyuwi (Las Pavas), incluyendo el decomiso de gasolina, lubricantes, báculas, alimentos y enseres personales sin autorización”.

Además, plantean que la contaminación por mercurio está afectando a los habitantes de la zona.